viernes, 14 de noviembre de 2008


Me gusta estar al lado del camino, me gusta pensar que la vida es un gran cuento escrito por un gran creador. Este creador sueña para nosotros aventuras, lugares exoticos, amores únicos. Nosotros cual actores solo debemos entregarnos a ese gran cuento y fluir.
A veces el creador complica la trama, nos pone en situaciones extrañas, me gusta pensar que todo tiene un sentido, un para que.
El arte trabaja con claroscuros, para que exista la luz se necesita la oscuridad, para valorar la alegría se necesita la tristeza. Nos cuesta aceptar las maravillas que el creador nos regala, buscamos la felicidad pero no creemos en ella, le miramos los dientes al caballo regalado e interferimos en el cuento.
Hay que aceptar el rol que el creador nos da en su cuento y ocuparlo, porque ese rol es el mejor para nosotros y amigados con el cuento saber que avanzamos hacía un final feliz.
El creador ama los finales felices, si nos entregamos al creador y permitimos que cuente su cuento a través nuestro, nos llenará de maravillas, habrá cada día un final feliz.
Solo nos pide a cambio que demos testimonio de su cuento, que dejemos un legado para los que vendrán y seguirán este cuento eterno.
Plantar un arbol, tener un hijo, escribir un libro; Se supone que son las cosas que todo hombre debe hacer, son legados. Testimonios de nuestro paso por el cuento.
Tengo quince hijos, hoy plante un arbol y mi libro comienza así....

Cuando nos miramos al espejo, ¿lo hacemos para ver como nos ven los demás? ¿O para ver si el espejo nos devuelve la imagen que tenemos de nosotros?.
A veces lo que mas odiamos de los demás, es un reflejo de lo que mas odiamos de nosotros.
Los espejos pueden ser traicioneros, uno puede perderse en un espejo; como un Avesisu, que de tan enamorado de si mismo, que de tanto mirarse en el reflejo de un lago, se ahogó.
Hay espejos en los que queremos reflejarnos; hay espejos en los que uno ve lo que quiere ver, pero también lo que no quiere ver; hay espejos en los que no queremos mirarnos; hay espejos en los que uno no se reconoce.
Si no te gusta lo que ves en el espejo, no ganas nada rompiéndolo; uno elige lo que quiere ver en el espejo: puede ver ese rasgo que detesta o esa sonrisa hermosa. ¿Quién no se miro alguna vez en el espejo y recibió una imagen que no le gusto?. No hay que luchar contra el espejo, es una pelea perdida de antemano, sin sentido; si no te gusta lo que ves en el espejo, reite, te vas a empezar a gustar un poco mas.
El espejo no miente, el espejo nos muestra las cosas tal cual son; nos muestra lo que tenemos, y también lo que nos mas nos falta.
Nuestros ojos pueden ver todo, menos a nosotros mismos, para eso necesitamos un espejo. Mientras nos miremos en espejos equivocados, siempre vamos a encontrar destrucción. Hace falta mucho coraje para mirarse al espejo y aceptar lo que vemos. No existe un espejo que nos muestre lo que queremos ver, solo hay que mirarse al espejo y aceptar lo que vemos, porque eso, nos guste o no, es lo que somos…

LOBITO (L)


Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está... ¿Lobo está?
Tal vez se está poniendo las medias, o las botas, pero el lobo siempre está. Tal vez es un lobo en piel de cordero. Cuando menos lo esperás, el lobo está. Acechando, husmeando... siempre está. En rincones obscuros, afilando sus dientes, el lobo está.
El lobo llega, tarde o temprano. Si no se puede evitar, entonces mejor olvidarse del lobo. Y cuando el lobo tenga que venir, que venga, y que nos encuentre bailando. Y bailando y divirtiéndonos como locos, darle pelea al lobo!

¿Qué hacemos hoy para que sea un gran día? ¿Necesitamos grandes hazañas? ¿Siempre tiene que ocurrir algo espectacular para que sea un gran día? ¿O un gran día se puede hacer de pequeños momentos? ¿Depende sólo de nosotros ese... gran día? No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy...
No levantarse con el pie izquierdo, dicen. ¿Alcanza desear un gran día para tenerlo?

Un gran día, o un pésimo día. No tiene muchas recetas, tal vez una: está hecho de decisiones. De buenas y de malas decisiones. No sólo propias, también ajenas. Pero no de grandes decisiones, sino de esos pequeños gestos que nos hacen grandes. Un gesto de amor puede hacer que ese día sea no un día más, sino un gran día.
Aunque no todo está en nuestras manos. Un gran día para algunos puede ser trágico para otros. Igual, para mí, un gran día no es el que está hecho de grandes hazañas y conquistas. Un gran día está hecho de pequeñas cosas: de una palabra de aliento, de una sonrisa, de una mirada... y también de una ausencia...

¿Donde esta el amor?


El amor es siempre igual, nunca cambia. ¿Esta loco el mundo? Si el amor i la paz son tan fuertes, ¿por que hay amores desencontrados? ¿un bebe es el amor? Que lugar comun. ¿Lugar comun o verdad universal? El amor esta aca, en nosotros. En la esperanza de que ese amor exista. El amor existe cuando logramos acallar tu voz, esos pensamientos destructivos que todos llevamos dentro: desconfianza, envidia, resentimiento, todas esas voces injuriantes con las que nos atacas, todas se callan cuando entra la esperanza. Todas la miserias que despertas estan ahi, dentro de nosotros, listas para salir. ¿Pero vos habias preguntado donde esta el amor, no? Tambien esta en nosotros, en lo mas profundo. Cuando logramos acallarte solo queda eso, esperanza y paz.. Y por supuesto, amor.

De los errores se aprende


Dicen que de los errores se aprende, pero cuando un error lastima a otro y deja una marca, ¿de qué sirve la lección?
Cuando el error que cometiste no tiene solución, cuando cometes un error que puede poner en peligro lo que amas, cuando el error puede ser mortal, cuando un error estúpido te marca para toda la vida, cuando un error no tiene perdón…cuando ya es demasiado tarde y por más que hagas lo que hagas no puedas reparar tu error, solo se puede llorar, porque hay errores que no tienen arreglo.
Un corazón roto es como la botella que se rompió en el verano, partida en pedazos, ya no se puede reparar.
Son errores fatales, errores imperdonables, errores que nos torturan toda la vida.
Desesperados intentamos reparar ese error, hacer algo que al menos pueda enmendar en parte todo lo que hicimos.
Hay errores que cambian tu vida para siempre. Hay errores inesperados, fuera de todo cálculo…son errores que no tienen arreglo.
Por arreglar ciertos errores uno daría su vida.

Llorar a chorros, llorar la digestión, llorar el sueño, llorar ante las puertas y los puertos, llorar de amabilidad y de amarillo, abrir las canillas, compuertas del llanto, empaparnos el alma, la camiseta, inundar las veredas y los paseos y salvarnos a nado de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología llorando, festejar los cumpleaños familiares llorando, atravesar el África llorando.
Llorar como un cacún, como un cocodrilo, si es verdad que los cacunes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas, llorarlo por el ombligo, por la boca; llorar de amor, de hastío, de alegría, llorar de frac, de flaco, de flacura, llorar improvisando, llorar de memoria. Llorar todo el insomnio, y todo el día.