miércoles, 15 de octubre de 2008


Alguien me había hecho daño, o yo me había hecho daño. En aquel momento preferí dar por sobreentendido que era Cocol la causa de mis males y de mi profundísima necesidad de morir. Que simplemente me sentía triste por estar viviendo la historia de un adverso amor no correspondido, donde yo estaba a punto de caer envenenada por sus propias lágrimas. Y sentí que me moría. Porque cuando tenés catorce años sos caprichosa y consentida. {ABZURDAH}

No hay comentarios: